lunes, 15 de junio de 2009

Nacen ancianos de un huevo de avestruz

-¡Qué calor!. Dijo Ermenegilda.
-La verdad es que no sé cómo no hemos muerto ya, esta sudor nuestra es tóxica y, no creo que seamos lo únicos que están sudando en este momento. Respondió Alfonso.
-No sé bien bien qué pensar, quizá está todo programado y ya nosotros nacimos con esta característica para aniquilar a nuestro propio mundo.
-Seguramente querida, yo nunca te quise explicar esta teoría que ya me rondaba por no preocuparte, pero ciertamente hace años que lo pienso sino ¿cómo se explica que nuestra sudor pueda matar a nuestra especie y que a la vez cada año haga más y más calor? ¡Es imposible no sudar y no me voy a sentir culpable por hacerlo, es natural como la propia vida, nuestra naturalidad es tóxica! . Ay mi amor...nos estamos cargando el planeta
-Sí, querido así es, aquella crema que compré que secaba los poros de la piel no parece ser efectiva, y este sudor nos lleva al final
-Es el final, Ermenegilda
-¿Qué pensará nuestra Madre Avestruz?
-Ella debió pactar eso antes de que naciéramos. Yo nunca le vi unos ojos inocentes.
-Feliz muerte querido Alfonso.
-Feliz traspaso querida Ermenegilda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario