lunes, 7 de septiembre de 2009

Espiral idiota

Hoy, un lunes, en principio como los demás, pero no. Espirales idiotas han girado y girado hasta puntos insospechados y así, mareada que me hayo, revuelta pero bien. Más crecida, más espiralizada que nunca. Aunque lo más importante de esta cuestión: espiralizada o enrollada a mi manera, idiotizada a mi manera, así de simple.
De repente entré, en una espiral de color eléctrico, llámale azul florescente o fucsia radiante y buceé...seguí la espiral, iba de un lado para otro, sintiéndome en el tiovivo de mi propio momento.
De repente salí, y otra espiral idiota pero mía llegó y me absorbió, haciéndome desaparecer en un viaje sin retorno hacia mis propias idioteces, que como son mías, son únicas.
Y de repente, que más da si mareada, si libre, si en el fondo es todo tan idiota, tan ridículo y tan absurdo que disfruto de mi propio bizarrismo y de mi goce y adoración por el mal, el dolor, la putrefacción y las santas vísceras de la quinta esfera.
Quiero entrar en una nueva espiral idiota...