martes, 2 de junio de 2009

Empapada

...de tanto conocimiento, de tanta desgracia, de tanta información. De tanto color, de tanto calor, de tanto ahogo existencial. De los peces muertos y enfermos. De los locos que gritan por la calle, de los enfermos malolientes que clavan su desgastada mirada en tu frente como diciendo "te follaría ahora mismo en cualquier portal". Del verano, con sus chanclas y sus medusas. Empapada de aviones caídos, de muertes súbitas y gripes pandémicas. De la falta de corazón y el hastío del espíritu. De la falta de invierno y de las noches cortas. De la oscuridad. Del exceso de palabras y la ausencia de hechos ("facta non verba"). Empapada de japoneses locos que utilizan máscaras en el metro, del miedo escénico, de mi propia mala leche. De la falta de azúcar, del exceso de semen, de los políticos que chupan la sangre, del no respeto. Empapada de mentiras, de acelerones y rendimientos excedentes. Del miedo a morir, de enfermedades, de mareos y bajones de tensión. Empapada de mi propia vida ¿y qué es eso?, empapada de mi propia muerte !tampoco sé qué es¡. Empapada de no saber nada, de encontrar el vacío, de las lágrimas de almas que me rodean. Del asco que me producen ciertas cosas, del no futuro y de todo lo vanal. Empapada de la falta de equipaje y del exceso de líquidos. Empapada de los ancestros y la memoria histórica. De aquella fulana madre y de la hipocresía...

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