sábado, 9 de enero de 2010

El pasado nunca muere

Esporádicamente el dolor del pasado sobrevive y te vuelve a rajar. Es curioso que además ese dolor siga siendo prácticamente el mismo, la misma sensación en el pecho, el mismo cuchillo atravesando la garganta, los mismos pensamientos infinitos sin salida...todo es lo mismo; el mismo color, el mismo olor, la misma indefensión, la misma sensación de no poderte levantar...igual, muy similar, idéntico. Pero, hay que saber vivirlo, conocer que hay heridas que nunca cierran y aunque cicatricen de tanto en cuando supuran y vuelven a llorar putrefacción y desesperación. Sólo hay que quedarse inerte ese rato, dejando que los huesos se abran, los ojos lloren, y la boca tartamudee y así...continuar hasta que llegue otro momento esporádico y no planeado y las heridas vuelvan a revivir.

1 comentario:

  1. Comienzo a seguirte Nuxiedoll :=)

    Un saludo y totalmente deacuerdo con lo que has escrito !!!

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