miércoles, 13 de enero de 2010

Jardín amargo

El jardín del diablo, del sabotaje de las ilusiones, de la incoherencia de la felicidad, de los amargos instintos, de la insatisfacción permanente, de la desesperación más decadente. Amargo como la leche podrida, convertida en la nata que saldría de una vaca muerta hace días...Amargo como el regusto de los mocos, del semen o de la pus de un grano enfermo. Jardín de naturaleza muerta, desértico, poblado de calaveras de antiguos seres que ya caducaron. Huele a soledad, a podredumbre, a la infinita y amistosa nada. Jardín donde antes habitaban sueños y ahora despojos o restos de mierda despedazada y repartida por su escenario. Jardín amargo y podrido de esperanza vacía. Podrido por no existir, podrido por no engendrar, por no dar vida, por no dar nada.
Jardín caduco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario