domingo, 10 de abril de 2011

Cosas sencillas

...Las cosas, los momentos, los quehaceres, son más que sencillos...si se hacen difíciles es porque ya no son son cosas sencillas de hacer, por tanto, quizá ya no valen tanto la pena. Además, existen pequeñas sonrisas en el día a día que valen más que todo el sufrimiento junto, por más que sea atrayente. Porque el sufrimiento a veces atrae...¿por qué?, ¿qué se estimula en el cerebro?, ¿será que seguimos anclad@s a aquella idea de la vida como "valle de lágrimas"?, ¿será que es más fácil vivir en la eterna martirización?, o ¿es que el sufrimiento forma parte de algunas personalidades determinadas y otras no?. ¿Tendrá algo que ver el sufrimiento con la sensibilidad de la persona?, ¿va en relación el apego al dolor con tener una santa debilidad por la emotividad?, ¿será el sufrimiento un estado provocado?, o ¿será puro e irracional?, ¿será por pesimismo?, ¿por qué será?... ¿a qué se debe?... ¿al inconformismo?, ¿a la lucha por ideales?, ¿a la propia estética que genera?. ¿Será la seriedad atractiva?, ¿y la tristeza?. ¿Por qué los momentos buenos parecen ser tan livianos, tan naturales, y los momentos malos parecen subrayarse?, ¿será por aburrimiento?, ¿será por el de dónde somos y de dónde venimos?, o ¿quizá por el hacia dónde vamos?, ¿cuál será su motivo...?, ¿cuál será su sentido?, ¿cuál su objetivo?.

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